No hace tanto tiempo, un par de años o quizá tres, cuando queríamos quedar con alguien para charlar lo solucionábamos con la frase “conéctate luego al Messenger”. El software de mensajería instantánea de Microsoft marcó un antes y un después en nuestra forma de comunicarnos a través de Internet.
Pero ahora la situación ha cambiado, y mucho. Las redes sociales, con sus respectivos servicios de chat, y las aplicaciones de mensajería instantánea para móviles como WhatsApp o Blackberry Messenger han acabado con la popularidad de un servicio que marcó el principio de un siglo.
Lo cierto es que el Messenger ya no nos aporta nada que no podamos encontrar en redes sociales como Facebook o Tuenti. Para charlar con los amigos a través de Internet tenemos los servicios de chat, que ya incluso nos dan la opción de mantener conversaciones por voz o por vídeo.
Pero no sólo han cambiado los canales, nuestra forma de comunicarnos a través de Internet también en diferente. Ahora se ha vuelto quizá un poco más impersonal, por medio de comentarios en el muro y mensajes en Twitter. Lo cierto es que lo de chatear en el ordenador se ha quedado un poco desfasado.
Ahora la mensajería instantánea sólo encuentra su sitio en el móvil. Pero son muy pocas las personas que utilizan MSN Messenger para ello. WhatsApp es la aplicación más usada para ello, aunque los citados servicios de chat de las redes sociales e incluso Google Talk también tienen bastantes usuarios.
Eso sí, pocos usamos ya el Messenger pero, por costumbre o por nostalgia, seguimos teniéndolo instalado. Pero si echamos un vistazo a nuestra lista de contactos veremos que falta una gran parte de nuestros amigos actuales. El Facebook y el WhatsApp han propiciado al muerte del Messenger.