Pinterest se ha convertido en la red social de moda en los últimos meses. Su concepto se basa en permitirnos la creación de un tablón de anuncios virtual en el que colguemos todo tipo de contenido multimedia. Algo que hubiera sido ideal desde el principio si no hubiera sido por un punto polémico en sus condiciones de uso: que la red social se reservaba el derecho de vender a terceros los contenidos que los usuarios subieran para la creación de estos collages
Según las condiciones de uso que aún están vigentes, los usuarios de Pinterest tiene que aceptar que es “el único y exclusivo propietario de todos los contenidos que se ponen a disposición a través de la web” o que dispone de los derechos sobre esos contenidos, algo que suele ser altamente improbable dada la propia naturaleza de la red social: compartir con los demás (mediante el ‘pin’) contenidos favoritos vistos que hemos visto en otros sitios web.
Cuando los colgamos en nuestro perfil de Pinterest, estamos accediento a dar una licencia mundial a Code Brew Labs (la compañía dueña de la red social) para que explote de cualquier forma, incluso que venda, los contenidos que hayamos colgado.
De todas formas, el equipo de Code Brew Labs ha hecho caso a las múltiples críticas que circulaban por la red y ha anunciado a través de un correo a los miembros de la red social y un post en su blog oficial algunos cambios en las políticas de privacidad y términos de uso de su servicio, que serán vigentes a partir del 6 de abril.
En las condiciones de uso originales se avisa de la posibilidad de que se vendan los contenidos que se hayan subido a la conocida red social, reconoce el equipo, y asegura también: “La venta de contenido nunca fue nuestra intención y hemos quitado esto de nuestros términos actualizados”.