Desde que se conoció la noticia de que Twitter iba a impedir que ciertos y determinados contenidos fueran vistos en algunos países, como una decisión que a partir de ahora le iba a competer a los gobiernos locales, los usuarios decidieron movilizarse en la red y bajo los hashtags #censuratwitter, #twitterblackout y #twittercensored han enviado una serie de mensajes que, con el paso de las horas, ya cerrando la tarde, se traducía en un llamado generalizado para que mañana sea boicoteada la red y se suspenda todo tipo de escritura en ella.
Muchos han sido los blogs que han promovido la idea, y muchos han sido los usuarios que han decidido respaldarla, por lo que lo que ocurra el día de mañana será un pulso entre la libertad de los usuarios a opinar y los intereses de los administradores de Twitter de ampliar su influencia en otros países que hasta ahora no había logrado penetrar, como China, que impone una férrea censura a sus usuarios impidiéndole publicar ciertos temas que se consideran política de estado.
Hasta ahora, la red social Twitter se había considerado uno de los pocos espacios de internet que se caracterizaban por una completa libertad de expresión entre el contenido que publicaban sus usuarios, motivo por el cual la publicación de esta noticia ayer, de su cambio de política administrativa, ha pillado por sorpresa a los internautas y de ahí el gran enfado que ello entraña.
Así que ya veremos mañana qué pasa: ¿habrá huelga general en Twitter? Quizá.